Al momento de proyectar o diseñar una vivienda, debemos tomar una serie de decisiones que tienen que ver con el interior: pisos, color de las paredes, objetos de decoración y muebles. Otras sin embargo, tienen que ver con lo estructural como son las aberturas y sus tipologías.

Cuando hablamos de aberturas y tipologías, es de mucha importancia elegir el producto más adecuado en cuanto a material y prestaciones, ya que de ello depende su correcta maniobrabilidad, funcionalidad y seguridad. 

Las diferentes tipologías de una ventana están dadas por el tipo de apertura. Se dividen en batientes, corredizas y paño fijo, con sus variantes dentro de cada tipo.  

¿Qué debemos considerar el momento de elegir la correcta?

Evaluemos su funcionalidad:

Por ejemplo, ¿necesitaremos ventilar el ambiente? Si la respuesta es SÍ, no sería recomendable colocar un paño fijo, y se debería elegir una ventana batiente, que podrá ser de abrir, oscilobatiente, banderola o ventiluz. Las banderolas y ventiluz son ideales para lugares pequeños como baños y lavaderos donde se requiera ventilación. La oscilobatiente tiene un sistema de rotación combinado que permite tanto la apertura lateral de la ventana, cómo la apertura superior tipo banderola. 

La disposición del mobiliario es otro aspecto a considerar si se elige una tipología de abrir, tanto puerta como ventana, porque habrá que considerar que el barrido interno de la ventana no se vea obstaculizado por los muebles. En muchos casos, una puerta corrediza es la opción ideal para optimizar el espacio interior. 

También es importante pensar en la correcta limpieza de las ventanas de ambos lados.  En el caso de los paños fijos, se debe tener en cuenta la accesibilidad para que su limpieza desde el exterior sea posible.

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